Categorías
microcuentos

deseo

(escuchando massive attack, heligoland)

bloqueada, estafada, odiada. sola en una sala llena de gente a la que no comprendía. el mundo en su contra. batallas que se libraban a su alrededor convertidas en sus batallas. los brazos cansados, las manos cansadas, el alma cansada. falta de control sobre los calendarios ajenos. líneas de código de calendarios ajenos, indescifrable a su propio sistema de intuición. tomó otro sorbo de descafeinado (había abandonado el café hacía mucho tiempo) y le dio otra calada al cigarrillo. una señal octogonal roja y blanca. stop. es suficiente. se acabó la partida. deseo. es peligroso desear demasiado. pero sólo si permitimos que las cuerdas aprieten demasiado fuerte contra la silla. busca un cuchillo. ya. que el futuro sea ese lugar donde las esperanzas superan a los pronósticos negativos. que haya lugar para el libre pensamiento y la imaginación luminosa. mis capacidades. están ahí, lo sé. si hago una lista están ahí. que las capacidades sean libres. explorar tras la puerta. que el miedo no ocupe tanto lugar. tanto lugar.

le pediré un deseo a Marte por ti. Dan Fuetterman, corazón indomable.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *