(escuchando vvaa, anti digital sampler spring 2008)
Lluís crece muy deprisa. desde el lunes ya es alumno de guardería. y eso, para su edad, es mucho. desdela semana pasada, hay horarios y marcas para comer, dormir, jugar, descansar en una buena la siesta. marcas que sólo desaparecerán los fines de semana y durante las vacaciones, y que irán mutando, transformándose con la edad. igual que sus responsabilidades. bienvenido al mundo real. la vida es dura, dicen algunos. pero genial, añadimos los que todavía creemos en que una sonrisa puede salvar el día. desde el lunes, Lluís aprenderá lo que son los amigos, a compartir, a ser parte de un grupo, a retirarse a tiempo y a sacar la cabeza cuando haga falta. desde el lunes, adorará a unos maestros y odiará a otros, esperará a la cola a que le llegue el turno, tendrá que apechugar con ser el último y celebrar cada victoria en los juegos, y tendrá que conformarse con lo que hay y sacarle el mayor partido a cada trozo de día. desde el lunes, aprenderá los colores y las letras, los nombres de las cosas y que algunas, incluso, tienen apellidos. desde el lunes, comparte su espacio, sus juguetes, sus horas de sueño, sus lágrimas y sus risas, con otros cinco niños que le miran, curiosos, buscando algún atisbo de interacción con el recién llegado. desde el lunes, mira como le dejan en la puerta, en brazos de la que, hasta el lunes, era una completa desconocida y ahora ya es su señorita. así que sonríe, porque sabe que se va a divertir, que aprenderá nuevas canciones, nuevos juegos, que le darán de comer, que podrá descansar cuando lo necesite. y que luego, más tarde, le recogerán en esa misma puerta, con un montón de ganas de verle, acumuladas con el paso de los minutos entre los pliegues de la piel de las manos que le abrazarán al llegar.
decirle a mis hijas te quiero una vez al menos al día. Sarah Polley, mi vida sin mí.