un fin de semana largo para algunos que puede ser perfectamente aprovechable para descubrir lo que las películas quieran. y volver a escuchar lo que nos dijeron una vez.
no obstante, volví a verla. volví a ver a Annie. fue en la parte alta del oeste de Manhattan. había vuelto a Nueva York. vivía en el Soho con un chico y cuando la vi. lo estaba arrastrando a ver el documental la pena y la piedad, así que lo tome como un triunfo personal. Annie y yo almorzamos juntos poco después, y hablamos de los viejos tiempos. después se nos hizo tarde. los dos nos teníamos que marchar, pero fue magnifico volver a ver a Annie. me di cuenta de lo maravillosa que era y de lo divertido que era tratarla, y recordé aquel viejo chiste. aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: doctor, mi hermano esta loco, cree que es una gallina. el doctor contesta: lo ha llevado a un médico? y el tipo le dice: lo haría, pero necesito los huevos. pues eso, más o menos es lo que pienso sobre las relaciones humanas, saben? son totalmente irracionales y locas, y absurdas, pero supongo que continuamos manteniéndolas porque, la mayoría, necesitamos los huevos.
Woody Allen, Annie Hall.