(escuchando Cliff Martinez, bso drive)
las reflexiones son del genial Jesús Terrés, como respuesta a una pregunta de su magnífico consultorio sentimental (una de las ínfimas gozadas de nadaimporta. las copio y las pego, con mayúsculas y todo, que el estilo de cada uno es estilo de cada uno.
Me aburre mucho el cuento de la media naranja. Para qué demonios querría nadie medio de nada? me aburren los San Valentines y la celebración de la dependencia envuelta en una cajita color azul turquesa. Me aburre -y no me creo- ese amor importante -un tema serio- y definitivo. Me aburre muchísimo esa idea de final del camino -¿no debería ser el principio?- y me encabrono sin medida con todos los paletos que dan el pésame a un recién casado. Ya te llegó la hora, le dicen. Sí, acepta él. Ya to-ca-ba.
Lucía (pongamos que se llama Lucía) no busques más medias naranjas. Son un coñazo. Siempre querrán -necesitarán- algo de su ‘otra mitad’ (qué mal suena, por Dios). Su vida está incompleta, ya sabes.
Busca naranjas enteras. Un tío -apunta esto- que no te necesite. Que tan sólo te desee, te admire y te respete. Alguien para quien no seas el final-de-la-juerga sino el comienzo-de-la-aventura.
pues eso. cuánta razón en tan poco espacio.