(escuchando vaya con Dios, time flies)
se miró al espejo. la imagen que le devolvió el cristal era una imagen apagada. el brillo que desprendía en otros tiempos había quedado en un tenue parpadeo de nula intensidad. la chispa se había convertido en humo. esto es definitivo, pensó. no estaba triste, ni contento. no sentía el vacío de otras ocasiones, ni se hundía a cada paso que daba. no era eso. simplemente, era un nuevo estado de alma que le afectaba al cuerpo. o un nuevo estado de cuerpo que le afectaba el alma, el humor y alguna cosa más. las ojeras se habían convertido en dos líneas indelebles bajo los ojos, los dedos se habían acartonado y el nombre de las cosas había dejado de tener importancia. incluso el suyo, tan confundido entre las diversas connotaciones que el resto tenía de él, había dejado de subrayarse cada vez que lo pronunciaba. puede que sólo fuera una sensación, pero era su sensación y, por mucho que su círculo más íntimo tuviera rotuladores para remarcarlo, el trazo sólo servía para continuar pensando que, si indagaba en todos los cajones de su casa, podría encontrar lo que andaba buscando. pero no lo hacía. ni siquiera sabía lo que andaba buscando. tal vez un lápiz, o una pluma. incluso puede que una cerilla. o una piedra de mechero. para encender de nuevo la chispa. qué lástima, se recreó. qué lástima.
tutor: qué sientes cuando bailas?
Billy: no sé. me siento muy bien. al principio estoy agarrotado, pero cuando empiezo a moverme lo olvido todo y es como si desapareciera. como si desapareciera. y todo mi cuerpo cambiara. como si tuviera fuego dentro. estoy ahí. volando como un pájaro. siento como electricidad. sí, como electricidad.
Imogen Claire & Jamie Bell, Billy Elliot.